Ansiosa de escapar a la sórdida y humillante existencia en Boston, Anna acepta convertirse en una novia de un adinerado granjero que no conocía más que a través de correspondencia.
Karl esperaba una muchacha de veinticinco años, que fuera una experta ama de casa, y acogiera de buen grado el trabajo rural además de ser... virgen.
De naturaleza generosa Karl perdonará todas las mentiras de Anna, aunque esta todavía guarda secretos que pueden romper la armonía recién alcanzada.
OPINIÓN~
Solo he leído otro libro de esta autora de momento (aunque pienso seguir leyendo) y, aunque este no ha estado mal, el otro le hace sombra ya que los personajes me han gustado menos y la trama se me ha hecho un pelín repetitiva.
Aun así es un libro del que he disfrutado mucho, la autora se mete esta vez en el tema de la granja, pero distinta a la que veíamos en Los dulces años, esta vez se centra más en el bosque y el oficio de leñador y es muy interesante la información que te introduce de forma discreta en la trama y que te permite situarte mejor en los acontecimientos. Es prácticamente como si estuvieras allí.
Aunque diga que los personajes no me han gustado tanto como los del otro libro, no significa que no me hayan gustado nada ni mucho menos. Cada uno tiene su personalidad propia, incluso los más secundarios y eso es algo que me encanta.
La trama romántica es lenta, como siempre con esta autora, pero eso te permite disfrutar más de cada detalle que ocurre entre los protagonistas. Mientras esta se va hilando, vamos viendo la vida de los protagonistas, cómo Anna se ve obligada a aprender a vivir en mitad de la naturaleza y como Karl tiene que hacerse a la idea de que Anna no es exactamente quien él estaba esperando que fuera.
Hacerse querer es un gran libro romántico, aunque no llega a ser Los dulces años, tiene muchas cosas que lo hacen genial y que merezca la pena leerlo, eso sí, si consigues encontrarlo, porque está descatalogado desde hace mucho.